miércoles, 3 de marzo de 2010

Encuentro

Tu recuerdo

se impregnó en

mi ropa

como perfume

de invierno,

de calidez

nocturna

acompañada por

un capuchino

o tal vez

un americano...


Tus besos se mantuvieron

Entre mis

Dedos

Hasta

Que el

Agua tibia

De la tina

Nos inundó completamente...

Hasta toparse con

Toda tu intimidad,

Con aquellas partes

De tu cuerpo

Que sólo mis

Manos conocen...


Tus palabras,

Oraciones,

Versos,

Y plegarias,

Se entrelazaron

Con

Mis

Poemas

Y nos dimos

Cuenta

Que estábamos verdaderamente

Juntos,

Y enamorados...


Todo tu ser

Arrancó

Mi personalidad.

Se

La

Llevó

Y la trajo

Lustrada,

Brillante,

Infinitamente madura...

Todas las cenizas

De los

Encuentros

Fallidos

Fueron removidas

De la chimenea

Cuando

Cerraste tus

Ojos

Y me

Pediste entregarte...


La entrega no

Duró

Horas,

Ni segundos.

No duro...

Duro lo que no debía durar,

Lo que debía durar,

Lo que deseaba durar,

Lo que nunca esperamos durar,

Lo que dios escribió para durar...


Cristo no

Puede

Llegarte

A los

Talones...


Mis versos

Buscaron tus verdades

Y,

En el momento

En que te encontraron

De frente,

Decidieron

Escribirlas

En

Papel de cartón,

En papiro,

Con tinta china,

En las ruinas

De

Todas las mujeres

Que aún me miran...


En tu presencia,

Cristo

Se perdió;

La

Poesía

Se perdió

Y yo

Me encontré...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lluvia

En ocasiones es
maravilloso
escupirle
al cielo
y observar
su recíproca
respuesta:
La lluvia...

M.H.Z.

Mañanas

Dicen: "El momento más oscuro es justo antes de amanecer..."
Hoy no pienso igual.
Hoy por la mañana, el momento más oscuro es el amanecer... el grito apagado del sol, ahogado por un mar de grises nubes, inunda la habitación y, sin abrir los ojos, despierto apesumbrado.
¿Qué fue de mí ayer? no lo se.
Abro los ojos en aquella mañana de lágrimas.
miro a mi izquierda y ahi está la anónima mujer, no tengo la menor idea de quien sea ni de dónde estoy... Quizá el alcohol me secuestró de nuevo.
Miro su cuerpo perfectamente moldeado, sus curvas exquisitamente delineadas... las facciones de su cara la hacen parecer una niña... más no lo es.
Todo esto me causa náuceas, estar con una mujer que no conozco, despertar en un lugar que no conzco... y que nisiquiera me importe... Repugnante.
Me levanto de la cama, la mujer a mi lado se retuerce un poco... como una lombriz huevona. Quizá lo sea.
abro la ventana y el cielo me escupe en la cara inmediatamente.
Por mi mente pasa lo que un amigo me dijo alguna vez, para todas mis acciones: "... La recíproca respuesta: La lluvia..."
Tal vez ahora me doy cuenta de lo curiosa que es la "Lluvia".

RERG