domingo, 8 de noviembre de 2009

Hay Días

Así como hay días,

hay noches…


Y así como hay noches,

hay tardes,

hay mañanas,

hay atardeceres,

hay amaneceres…


Y así como hay amaneceres,

hay días

en los que me acompaña tu silueta

cuando me levanto,

que permanece a mi lado,

hasta que atardece…


Y así comos hay atardeceres,

hay noches en las que

el desenfreno de la pasión

y el insaciable propósito

de la entrega

nos destrozan y nos obligan a dormir,

a abrazarnos hasta que nos mire la mañana…


Y así como hay mañanas,

hay tardes en las que el asombro de los niños,

o el repiqueteo de la neblina,

o la extensa sonrisa de nuestra perdida infancia,

o el electrizante zureo de la plaza,

nos obliga

-es decir, nos amarra-

a atardecer,

o a amanecer,

o ambas al mismo tiempo,

o tal vez ninguna…


Así como hay días,

hay noches,

hay tardes,

hay mañanas,

hay atardeceres,

hay amaneceres,

pero,

sobretodo,

hay siluetas,

hay desenfrenos,

hay insaciables deseos…


Así como hay días

también hay

amores,

noches,

encuentros,

abandonos,

maldiciones,

y pérdidas…


Así como hay días,

también habemos nosotros…

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Lluvia

En ocasiones es
maravilloso
escupirle
al cielo
y observar
su recíproca
respuesta:
La lluvia...

M.H.Z.

Mañanas

Dicen: "El momento más oscuro es justo antes de amanecer..."
Hoy no pienso igual.
Hoy por la mañana, el momento más oscuro es el amanecer... el grito apagado del sol, ahogado por un mar de grises nubes, inunda la habitación y, sin abrir los ojos, despierto apesumbrado.
¿Qué fue de mí ayer? no lo se.
Abro los ojos en aquella mañana de lágrimas.
miro a mi izquierda y ahi está la anónima mujer, no tengo la menor idea de quien sea ni de dónde estoy... Quizá el alcohol me secuestró de nuevo.
Miro su cuerpo perfectamente moldeado, sus curvas exquisitamente delineadas... las facciones de su cara la hacen parecer una niña... más no lo es.
Todo esto me causa náuceas, estar con una mujer que no conozco, despertar en un lugar que no conzco... y que nisiquiera me importe... Repugnante.
Me levanto de la cama, la mujer a mi lado se retuerce un poco... como una lombriz huevona. Quizá lo sea.
abro la ventana y el cielo me escupe en la cara inmediatamente.
Por mi mente pasa lo que un amigo me dijo alguna vez, para todas mis acciones: "... La recíproca respuesta: La lluvia..."
Tal vez ahora me doy cuenta de lo curiosa que es la "Lluvia".

RERG