Desperté... Entonces me di cuenta dónde me encontraba... entre la vida y la muerte.
en aquella delgada capa de papel, apunto de romperse hacia el vacío con el peso que sólo un león marino puede ejercer.... Pero para mi suerte... No soy un león marino... No aún...
me levanto asustado. No quiero ser un león marino.
Corro hacia el espejo y encuentro, con pesar, lo que no quería ver: estoy gordo... como un león marino...
Miro mis manos con decepción. Estan medio infladas y algo largas... creo que alcanzo a ver la Viscosidad entre los dedos... Dios, ¿por qué yo? ¿Por qué ahora me convierto en un león marino?
Mi cara tiene esos extraños lunares que me caracterizan, sólo que ahora son mas grandes y, o por Dios... me están creciendo los bigotes.
Debo avisarle a alguien, pero.... si me vieran asi... como león marino... no, nadie puede saberlo.
Me retiro del espejo y comienzo a buscar algo que detenga la metamorfosis, pero no hay nada. En lo que busco lo que sea, comienzo a sentir como mis dientes crecen lentamente.
La desesperación me obliga a sentarme.
Tengo que afrontar mi realidad... no como el hombre que dejé de ser, si no como el animal en el que me convierto. No debe ser tan malo... la vida fácil en una playa; nadie me hechará de menos... si, tengo que afrontar mi situación, ya es tiempo.
me quito la ropa y quedo al natural. Si parezco un león marino. Y estoy orgulloso de ello, al fin y al cabo soy el único hombre que se ha convertido en un león marino, ¿no?
corro hacia la playa que se encuentra cerca de mi casa. La noche está en su esplendor... no creo que a nadie le guste ver a un hombre-león marino corriendo desnudo por ahi...
me tiro al mar. La corriente es fuerte y me jala mar adentro.
Es curioso, no recuerdo haber aprendido a nadar antes, pero, ahora soy un león marino... ¿verdad?
el peso de mi cuerpo hace que me hunda lentamente y, con un gran pesar, me doy cuenta que no soy un león marino... Dios...¿Por qué a mi? ¿por qué no me haces un león marino?
RERG
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